Mi hijo no quiere estudiar es una expresión habitual
Cuando una familia que se esfuerza en le cuidado y formación de sus hij@s y descubre que los resultados no son positivos, comienza la búsqueda de las cusas y en muchos casos con un sentimiento de culpa importante.
Es fundamental el conocer las causas y no culpabilizar a ninguna de las partes implicadas. Para ello en muchos casos se debe buscar apoyo externo.
El conocimiento del estudiante, independientemente de su edad es imprescindibles para hacer las adaptaciones necesarias, tanto en las formas de trabajar las materias como en las materias mismas.
Por lo dicho anteriormente no se debería comenzar a aumentar la carga lectiva, ni hacer cambios sin tener antes una visión clara de las características del alumn@ y esto lo conseguiremos con pruebas estandarizadas aplicadas por un pedagogo o un psicólogo.
Nuestro centro se diferencia de los centros tradicionales
Valoramos y conocemos a los alumn@s, un psicólogo educador colabora con los profesores para lograr una mejor adaptación a cada estudiante.
En los centros tradicionales el aumento de las horas era la herramienta básica.
Ahora sabemos que no solo con más clases se soluciona el problema.